Abordar los retos de la salud mundial a través del liderazgo enfermero
El estado actual de la salud mundial está marcado por retos urgentes y a largo plazo, ya que los sistemas sanitarios de todo el mundo se enfrentan a la escasez de personal, al aumento de la demanda de servicios y al empeoramiento de las disparidades en el acceso a la salud y sus resultados. Las Enfermeras, que constituyen más del 50% del personal sanitario mundial, están en el centro de la solución. Al ser el grupo de profesionales sanitarios más numeroso y accesible, las enfermeras están en condiciones de influir de forma duradera en la salud de las personas y las comunidades.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) reconocen desde hace tiempo el papel fundamental que desempeña la enfermería en la consecución de resultados sanitarios positivos. El Informe sobre el Estado de la Enfermería en el Mundo 2020 pedía un aumento anual del ocho por ciento en la producción de enfermeras para hacer frente a la creciente escasez mundial. La campaña #EnfermeríaYa también hace hincapié en que abordar los retos relacionados con la enfermería aborda directamente cuestiones más amplias del sistema sanitario, lo que subraya la urgencia de hacer avanzar la profesión. El futuro de la asistencia sanitaria depende del fortalecimiento de la enfermería en todo el mundo, y ahora es el momento de tomar medidas decisivas.
Mi visión de la dirección del CIE
Como candidata a la Presidenta del CIE para el periodo 2025-2029, aporto un profundo compromiso para hacer avanzar el liderazgo de la Enfermería en la salud mundial y abordar las barreras sistémicas a la equidad en salud. Aprovechando mi amplia experiencia como Enfermera, ex Secretaria General de la Organización de Enfermería Democrática de Sudáfrica (DENOSA), ex segunda Vicepresidenta del CIE 2017-2021 y defensora de la enfermería a nivel nacional, regional e internacional, comprendo la necesidad crítica de una defensa fuerte y organizada dentro de la profesión de enfermería. Creo que la posición única del CIE como organización mundial con miembros procedentes de diversas esferas de la enfermería, a saber, los sindicatos reguladores, profesionales y gremiales, puede impulsar un cambio sistémico.
Si soy elegida, trabajaré con la Junta para dar prioridad al fortalecimiento de las relaciones entre el CIE y sus miembros, las organizaciones regionales y las principales partes interesadas en la salud. Fomentando una colaboración más estrecha a nivel nacional, me propongo asegurar que las políticas del CIE se apliquen eficazmente en los contextos locales. Trabajaré para empoderar a las ANE, asegurándome de que estén bien organizadas, tengan una voz fuerte y estén equipadas para defender mejores condiciones de trabajo, políticas sanitarias equitativas e inversiones en la formación de enfermería. Fortalecer las ANE es esencial para construir un CIE más resistente y promover la equidad sanitaria en todo el mundo.
Basándome en las enseñanzas extraídas de la COVID-19, abogaré por que se preste mayor atención a la preparación ante las pandemias, con especial atención a la salvaguardia de la salud y la seguridad de las enfermeras, cuyo bienestar suele pasarse por alto en la planificación de las crisis. Impulsaré la integración de las necesidades de las enfermeras en las estrategias nacionales y mundiales de respuesta a las pandemias, garantizando que los sistemas sanitarios estén mejor preparados para futuras emergencias de salud pública.
Con un historial demostrado de organización y defensa de la profesión de enfermería, estoy segura de que puedo liderar el CIE en la defensa de la agenda mundial de enfermería, fomentando la equidad sanitaria y trabajando por un futuro en el que todas las personas, independientemente de su geografía o circunstancias, tengan acceso a unos cuidados de calidad.