El Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) celebra que el tema del Día Mundial de la Seguridad del Paciente de la Organización Mundial de la Salud este año se centre en los errores en la medicación si bien insta a un cambio cultural en la forma en que los proveedores de salud gestionan este tipo de errores con participación de enfermeras y otros trabajadores sanitarios.
El Director General del CIE Howard Catton hablando en el evento virtual de la OMS Medicación sin Daños antes del Día Mundial del Paciente el 17 de septiembre ha declarado:
"La actual cultura de culpar en relación con los errores de medicación cometidos por las enfermeras es el enemigo de la seguridad del paciente. No estamos hablando de negligencia flagrante sino de errores honestos a menudo relacionados con fallos sistémicos en las organizaciones. Tampoco pretendemos exonerar a las enfermeras de sus responsabilidades pero cuando se produce un error notificarlo abiertamente puede permitir que aprenda no solo la persona en cuestión sino también toda la organización en la que trabaja. Es importante tener una 'cultura justa' y no una cultura en la que se pone en marcha inmediatamente un movimiento para imponer sanciones, derivar a la enfermera al regulador de enfermería y realizar una actuación disciplinaria.
Lo que hace falta es cambiar la mentalidad de criminalizar y disciplinar por una mentalidad de comunicar y dialogar que permitirá aprender y mejorar, además de mejorar la seguridad del paciente mucho mayor".
El Sr. Catton ha puesto de manifiesto el reciente caso de RaDonda Vaught como ejemplo de una enfermera que ha sido la única persona juzgada a pesar de la evidencia de un fallo sistémico, y ha advertido que los sistemas de salud que están al límite, en particular por escasez de enfermería, son un caldo de cultivo para el error humano.
"Las enfermeras tienen responsabilidades fundamentales en la administración de medicamentos pero somos conscientes de que están trabajando en entornos donde a menudo hay sobrecarga de trabajo, poco personal y demasiado que hacer como para poder dispensar siempre los cuidados de alta calidad que quieren. Sabemos que todos estos factores pueden provocar fallos, incluso errores de medicación potencialmente graves. No podemos ignorar que el mundo tiene una escasez de millones de enfermeras, quizá hasta 13 millones, ni que este hecho por sí solo tiene un impacto muy real en su práctica cotidiana. Y obviamente la seguridad de la medicación es un ejemplo del tipo de errores que puede tener implicaciones graves para el bienestar de los pacientes".
El Sr. Catton también ha hablado de las ventajas de otorgar a las enfermeras la facultad de prescribir y ha instado a los órganos reguladores a eliminar las barreras que lo impiden de manera que la enfermería asuma la prescripción como parte de sus actuaciones normales.
"Las enfermeras cada vez están más facultadas para prescribir medicamentos, lo cual encaja en los nuevos modelos de cuidados dirigidos por enfermeras y ha demostrado ser seguro y eficaz. Además, junto con sus otras contribuciones a la correcta administración de medicamentos, es un componente fundamental de cualquier intento para lograr que la seguridad del paciente sea una realidad en todas partes".
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