En Trinidad y Tobago, yo y mi equipo hemos contribuido a cambiar el paradigma de cómo las enfermeras y la Asociación son vistas por el público, los medios de comunicación, los políticos y las propias enfermeras. A diferencia de otros territorios desarrollados, donde el personal de enfermería puede incorporarse a un marco ya bien establecido y sólido para la práctica, en el Caribe, y más concretamente en Trinidad y Tobago, no tuvimos tanta suerte.
Durante mis 8 años como presidente de la Asociación, he podido:
1) Promover la Asociación hasta convertirla en un nombre conocido en la isla.
2) Estabilizar las finanzas de la Asociación, llevarlas a un valor positivo con ahorros admirables.
3) Rectificar más de 7 años de cuentas no auditadas de la Asociación.
4) Adquirir una nueva sede para la Asociación por un valor aproximado de 1 millón de dólares.
5) Cumplió el mandato del CIE en Trinidad y Tobago para que las Asociaciones de Enfermería se convirtieran en los órganos de negociación de las Enfermeras.
6) Obtención de la seguridad laboral para el personal de enfermería de Trinidad y Tobago mediante la obtención de la permanencia en el empleo, tras el éxito de la acción legal emprendida por la Asociación.
7) Impedir que el Ministerio de Educación de Trinidad y Tobago ofrezca cursos de enfermería no acreditados, tras el éxito de la acción legal emprendida por la Asociación.
8) Conseguir que todos los programas de enfermería se impartan ahora a nivel de licenciatura.
9) Puso en marcha la primera Cooperativa de Crédito de Enfermería de Trinidad y Tobago para cubrir las necesidades económicas del personal de enfermería.
Además de proseguir con la exitosa iniciativa de la Junta existente, que va desde el énfasis en la transformación del futuro de los cuidados de salud mental y las iniciativas de tutoría en el marco de ODENNA, también me gustaría que el CIE redoblara sus esfuerzos en el papel de las enfermeras en la promoción de la Atención Primaria de Salud (APS) para alcanzar los objetivos de la Cobertura Universal de Salud para 2030, abordando la escasez de personal de enfermería, en particular enfermeras especialistas, e instando al personal de enfermería a participar más en la política y la formulación de políticas en las Américas.
El Consejo Internacional de Enfermeras ha sido durante mucho tiempo un faro de liderazgo y defensa de la profesión de enfermería en todo el mundo. A medida que la organización navega por el cambiante panorama de la asistencia sanitaria, es crucial abordar los problemas acuciantes a los que se enfrenta la comunidad de enfermería y trazar una visión clara para el futuro.
Una de las principales preocupaciones a las que se enfrenta la profesión de enfermería es la persistente escasez de enfermeras en todo el mundo. Tras la pandemia de COVID-19, y su devastador impacto en el personal sanitario, en particular en el personal de enfermería, que provocó el agotamiento generalizado de las enfermeras y la exacerbación de la escasez de enfermeras que han mermado aún más a nuestros colegas que permanecen en la profesión.
Afortunadamente, el hecho de conocer a fondo la Carta para el Cambio del CIE y de haber cooperado plenamente en los diez puntos de acción política para reforzar con éxito mis argumentos a la hora de presionar al gobierno y a los empleadores de mi país, me ha preparado bien para esta nueva función. Gracias a mis conocimientos sobre la aplicación de políticas y la gestión del cambio, estoy motivada para llevar la visión del CIE por todo el Caribe y América del Norte.
Creo que con la elección pendiente para el Consejo, se demostrará tangiblemente que el Consejo es verdaderamente diverso.