El blog de este mes se enfocará en la importancia de la dotación de personal seguro, la responsabilidad y la incidencia.
Durante muchos años, el CIE se ha preocupado por la escasez mundial de enfermeras. Su declaración de posición más reciente (2018) sobre el suministro seguro de personal de enfermería basado en la evidencia reconoce que la dotación segura de personal de enfermería es esencial para mantener tanto la calidad de la atención como la seguridad de los pacientes. Esta afirma que:
"La dotación de enfermeras segura es fundamental para la seguridad del paciente y la calidad de la atención en los hospitales, la comunidad y todos los entornos en los que se prestan los cuidados. Una dotación inadecuada o insuficiente de personal de enfermería aumenta el riesgo de que la asistencia se vea comprometida, de que se produzcan consecuencias negativas para los pacientes, resultados clínicos inferiores, muerte de pacientes hospitalizados y una peor experiencia asistencial de los pacientes. Contar con un personal de enfermería insuficiente o inadecuado para satisfacer las necesidades de los pacientes también provoca cargas de trabajo insostenibles y tiene un impacto negativo en la salud y el bienestar del personal. Varios estudios sugieren que invertir en niveles de dotación de personal de enfermería seguros, eficaces y basados en las necesidades puede ser rentable, ya que fomenta la mejora y previene el deterioro de la salud de los pacientes, reduciendo así la duración y la intensidad de las intervenciones sanitarias".
La verdadera magnitud de la escasez mundial de enfermeras no se cuantificó adecuadamente hasta el informe del CIE y la Organización Mundial de la Salud sobre el Situación Mundial de la Enfermería en 2020. Este informe reveló una escasez de aproximadamente seis millones de enfermeras en todo el mundo, con las carencias más graves en los países de ingresos bajos y medios.
Desde entonces, los informes del CIE han demostrado que la falta de un número suficiente de enfermeras es una emergencia sanitaria mundial.
El informe del CIE Apoyar y retener en 2022 y más allá (2022) señaló la gran importancia de contar con niveles nacionales seguros de dotación de personal y contenía un plan decenal para un futuro mejor. El aumento de las huelgas de enfermeras en todo el mundo aumentó la concienciación sobre el problema de la escasez de enfermeras y la necesidad de invertir en el personal de enfermería en un esfuerzo por abordar los graves problemas éticos y de seguridad que causaba la escasez.
El informe del CIE Recuperar para reconstruir (2023) (Disponible en inglés) ilustra el alcance de la emergencia sanitaria mundial causada por el desfase entre las crecientes demandas sanitarias y la insuficiente oferta de enfermeras diplomadas. Una de las cuatro políticas de intervención del informe se centra en los niveles adecuados de dotación de personal necesarios para garantizar la seguridad de los pacientes, unos cuidados de alta calidad y el bienestar de la profesión de enfermería. No cabe duda de que los errores actuales en la organización y en los sistemas han perjudicado tanto a los pacientes como a las enfermeras.
El Código Deontológico del CIE para la Profesión de Enfermería, que se revisó en 2021, ofrece a las enfermeras orientaciones útiles sobre sus responsabilidades en relación con la dotación segura de personal, entre ellas:
1.1 La responsabilidad profesional primordial de las enfermeras es para con las personas que necesitan cuidados y servicios profesionales de enfermería tanto en la actualidad como en el futuro, ya sean personas, familias, comunidades o poblaciones
1.2 Las enfermeras promueven un entorno en el que todos reconocen y respetan los derechos humanos, valores, costumbres, creencias religiosas y espirituales de la persona, las familias y las comunidades. Los derechos de las enfermeras están contemplados en los derechos humanos y se deben defender y proteger.
1.6 Las enfermeras comparten con la sociedad la responsabilidad de poner en marcha y mantener intervenciones encaminadas a satisfacer las necesidades de salud y sociales de las personas
1.7 Las enfermeras defienden la equidad y la justicia social en la distribución de los recursos, el acceso a atención a la salud y a otros servicios sociales y económicos.
1.8 Las enfermeras demuestran valores profesionales como el respeto, la justicia, la capacidad de respuesta, la bondad, la compasión, la empatía, la honradez y la integridad. Apoyan y respetan la dignidad y los derechos universales de todas las personas, en particular los pacientes, los colegas y las familias.
1.9 Las enfermeras facilitan una cultura de la seguridad en los entornos sanitarios reconociendo y abordando las amenazas para las personas y para una prestación de cuidados segura, en las consultas, servicios y centros sanitarios.
Sin embargo, la responsabilidad de garantizar que los países creen, capaciten, contraten y retengan un número suficiente de enfermeras diplomadas para satisfacer las necesidades de sus poblaciones, corresponde a sus gobiernos. Las enfermeras pueden y deben presionar para que esto ocurra, y el CIE seguirá abogando por unos niveles seguros de dotación de personal allí donde se necesiten, que es en todas partes.
Quisiera recordarles que 12 de mayo es el Día Internacional de la Enfermera, para que conmemoremos la fecha de nacimiento de Florence Nightingale, y que el tema de este año es Nuestras enfermeras, nuestro futuro. Manténganse atentas al lanzamiento de la nueva Carta para el Cambio del CIE, que ayudará a las enfermeras de todo el mundo a ejercer presión para que se valore, proteja, respete e invierta en las enfermeras del mundo.
Quisiera expresar mi infinita gratitud y mi profundo aprecio por sus servicios con valor agregado, su liderazgo y su compromiso para hacer avanzar la cobertura sanitaria universal y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y asegurar que nadie se quede atrás.
Faltan sólo dos meses para el Congreso del CIE en Montreal (Canadá). Espero con mucha alegría encontrarme con muchos de ustedes allí el 1 de julio.
Atentamente en la enfermería y la salud,
Michelle
Dra. Michelle Acorn, Enfermera Jefe del CIE